Fig. 2: Comprobación de las conexiones de salida de la señal de los sensores de velocidad de las ruedas traseras.
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Una vez borrados los códigos de avería, quitamos y ponemos de nuevo el encendido y realizamos una nueva comprobación de los códigos. En esta nueva comprobación vemos que no se ha almacenado ninguno.
Procedemos a realizar el test de conducción y tras un corto periodo de tiempo, se ilumina la luz de ABS. Realizamos una nueva lectura de la memoria de averías de nuevo y en esta ocasión, se muestra el mismo código de avería anteriormente almacenado en la memoria de la UCE.
Con ayuda del osciloscopio Pico de 4 canales, se comprueban las conexiones de salida de la señal de los sensores de velocidad de las ruedas traseras.
Almacenamos la señal de éstas a velocidad baja y con el registro de referencia, realizamos un primer análisis que muestra una salida de señal intermitente del sensor de velocidad de rueda (fig 2).
Tras un segundo análisis del sensor comprobamos que se trata de un sensor nuevo. Extraemos el protector del sistema para examinar la corona del sensor. Mediante una primera inspección visual, podemos determinar que ésta presenta un 33% de desplazamiento en el buje de la rueda (la medición se ha realizado con un medidor de profundidad Vernier o Pie de rey).
Después de una primera valoración, se reemplaza el buje de la rueda dañado y el protector de la rueda se coloca de nuevo al vehículo.
Realizamos una lectura de averías para borrar los códigos de avería almacenados en la unidad de ABS/ESP e iniciamos un test de carretera. Puesto que no se ilumina la luz de ABS, accedemos a la UCE de nuevo y comprobamos que no hay códigos de avería almacenados.
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